Cuando la luz cae a un nivel mínimo y el suelo descansa del pisoteo humano, hay destellos calidos que vibran el interior de nuestro corazon. Estan abiertos para cualquiera, no piden mas que atención... Es mia y tuya tambien, ¿porque nos cuasta tanto cerrar los ojos?, estamos tan cubiertos de basura que me da miedo...
Y así volvemos a la ruda diaria, que no es otra cosa que lo que vemos en el reflejo de ese rio que no desemboca en ningun lugar...